La pandemia con las mutaciones del virus sigue obligándonos a cambiar nuestra forma de trabajar. La polémica se mantiene y ya hay dos formas de enfocar el trabajo en el 2022: las empresas que quieren la presencialidad de sus trabajadores y las que entienden que el teletrabajo ha llegado para quedarse y prefieren una modalidad de trabajo híbrida. Pero a lo que no renuncian ni unas ni otras es a usar la nube.

Poner información sensible en la nube es un error. Hay opciones mucho más seguras, tal y como os explicamos en un artículo hace ya un tiempo. Podéis volver a leerlo AQUÍ. Insistimos en el tema con este otro post del mes de mayo de 2021, titulado ¿Archivos en la nube? Sí, pero de forma segura y cumpliendo la RPGD.
Pero a pesar de nuestra insistencia, parece que todavía no somos conscientes del trabajo oscuro de los ciberdelincuentes. Los expertos de la empresa Cisco Systems, especializada en equipos de telecomunicaciones, han dado a conocer unos datos que no dejan lugar a dudas:

• Hasta el 60% de las empresas esperan que la mayoría de aplicaciones estén en la nube y un 50% del trabajo operando de forma remota.
• Desde el inicio de la pandemia los intentos de acceso remoto maliciosos han crecido un 240%.
• En septiembre de 2021 los trabajadores híbridos recibieron 100 millones de amenazas diarias en su correo electrónico.

¿Qué técnicas usan los ciberdelincuentes para robar contraseñas?

No nos cansamos de repetir que el correo electrónico es el enemigo público número uno. Ya es peligroso que las empresas apuesten por el teletrabajo sin conocer los sistemas de los hogares de sus trabajadores. Parece que no les importa que se salten su propio perímetro de seguridad. Pero si a esto añadimos la poca formación en ciberseguridad de los teletrabajadores entenderemos que el correo electrónico sea tan peligroso.
Con 100 millones de amenazas diarias en todo el mundo, ¿quién cree que a él o ella no le va afectar? Por eso es conveniente saber las técnicas más usadas por los ciberdelincuentes para robar contraseñas. La compañía de seguridad ESET ha publicado la siguiente lista basada en su experiencia:

• Phishing. A pesar de que ya empieza a ser bastante conocida, sigue siendo una de las más utilizadas. Ya sabéis, los delincuentes se hacen pasar por entidades legítimas y conocidas por los usuarios que no dudan en morder el anzuelo (o sea clicar un enlace o un archivo malicioso). ¡Esa maldita costumbre que tiene el ser humano de hacer lo que no debe!

• Malware. Un programa malicioso aparece en nuestro ordenador en forma de correo, anuncio o incluso visitando sitios webs comprometidos. Los malware son como el virus de la COVID-19, aparecen cuando menos te lo esperas, pueden incluso esconderse detrás de una aplicación móvil y existen tantas variedades como os podáis imaginar. Total, la realidad supera (casi) siempre a la ficción.

• Fuerza bruta. Se calculó que el número de contraseñas que usaba una persona en 2020 aumentó un 25% interanual. Manejar ese volumen de contraseñas no es nada fácil, sobre todo teniendo en cuenta que muy poca gente usa los gestores de contraseñas que existen en el mercado y que solucionan todos nuestros problemas de memoria. Los ciberdelincuentes introducen grandes volúmenes de combinaciones de nombres y contraseñas en un software automatizado y claro, alguna aciertan. Según el gobierno de Canadá, el año pasado se produjeron 193.000 millones de intentos de ataques de este tipo en todo el mundo. Así que no os de pereza alguna poner contraseñas complicadas ¡y usar un gestor de contraseñas, por favor!

Adivinanzas. Como en la misma sociedad, hay delincuentes para todo. Así que no todos son muy sofisticados y tienen la opción de usar complicados sistemas para delinquir. De la misma manera que no todos los delincuentes comunes se dedican a grandes robos de cajas fuertes de bancos, también en el caso de la ciberseguridad hay delincuentes de poca monta. Estos se conforman con cosas tan sencillas como probar las contraseñas más habituales: 1,2,3,4 o escribir la palabra “password”, que ocupa el cuarto puesto de contraseñas usadas. Así que ya estáis siendo un poco más originales.

Mirar por encima del hombro. Pues sí, no os lo toméis a broma, pero esta técnica está descrita. Vendría a ser la traducción del inglés, shoulder surfing. Esta “técnica” es muy útil en cosas tan cotidianas como escribir el pin de la tarjeta de crédito. Algo que hacemos muy alegremente en el supermercado, en la caja de una tienda de ropa o de cualquier otro comercio, naturalmente sin fijarnos quien está detrás nuestro.
La mejor solución para todo esto es el sentido común, ese tan conocido y que resulta ser el menos común de los sentidos.

Os recordamos también que la solución a todos estos problemas está en nuestras manos. Entre los servicios que presta TECNOideas están también cosas muy sencillas del día a día:
• Destrucción de documentación y soportes digitales,
con sus correspondientes certificados de destrucción.

• Escritorios virtuales seguros, que sustituyen la peligrosidad
de los equipos de vuestra organización. 

• Correo, almacenamiento y envío de datos y ficheros encriptados y seguros…
¡Y muchos más que podéis encontrar en nuestra sección SERVICIOS!

Imagen principal: Gerd Altmann en Pixabay

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