Primeros malos usos de ChatGPT
Dos meses han tardado los ciberdelincuentes en usar ChatGPT para crear campañas de malware. La herramienta de Inteligencia Artificial de moda, ChatGPT, que fue presentada en noviembre del año pasado, ya ha sido usado para recopilar archivos de Office, PDF o imágenes.
ChatGPT es una nueva herramienta de Inteligencia Artificial que ha sido desarrollada por la compañía OpenAI. Esta empresa, especializada en investigación de IA y que dice que no tiene ánimo de lucro, desarrolló la herramienta y la ofrece gratuitamente a toda persona que tenga una cuenta con ellos.
Se está hablando mucho de ChatGPT, porque puede entablar una conversación en texto, ya que tiene una importante capacidad de generar y enlazar ideas. Además recuerda las conversaciones previas, por lo que va “aprendiendo” a medida que se utiliza.
El hecho de que cualquier persona puede hacer uso (bueno o malo) de esta herramienta es precisamente lo que ha hecho saltar las alarmas de diferentes compañías de seguridad. Por ejemplo la empresa Check Point.
Desde principios de diciembre, investigadores de esta empresa hicieron una serie de estudios y seguimientos. En ellos encontraron indicios de usos maliciosos a través ChatGPT. Además y en paralelo, apareció un hilo sobre el tema en un foro clandestino de piratería. En el se hablaba de las opciones que ofrecía para insertar campañas de malware. Para ello se había utilizado un software malicioso basado en Python para buscar archivos, copiarlos en una carpeta, comprimirlos y subirlos a un servidor FTP codificado. Posteriormente se ha comprobado que, efectivamente, es capaz de crear un malware que recopila archivos de Microsoft Office, PDF o imágenes del sistema.
No solo eso, en caso de encontrar un archivo que le interese y se lo quiera guardar, lo podrá hacer sin ningún tipo de problema. Simplemente tendrá que comprimirlo y compartirlo a través de la web. ¿Lo peor? Que todo eso se haría sin añadir cifrado, por lo tanto, estos archivos podrán terminar en manos de terceros por el hecho de no utilizar ese tipo de sistema de seguridad.
Esa no fue la única evidencia de mal uso del ChatGPT. También han podido crear scripts (secuencia de comandos que se usa para manipular las instalaciones de un sistema existente) con la herramienta. La misma empresa terminó concretando que se trataba de un script con diferentes finalidades como encriptado y cifrado, aunque también tiene una utilidad maliciosa.
Si queréis saber más sobre esta herramienta, podéis obtener más información AQUÍ.
Ya en este blog os hemos hablado de algunas de las opciones que han generado cierta controversia sobre la Inteligencia Artificial. Os recordamos el caso de los autógrafos de Bob Dylan en el artículo “La “estafa” de las dedicatorias
Anteriormente ya nos habíamos interesado por todo lo relacionado con la Inteligencia Artificial, a raíz del proyecto MarIA en el artículo ¿Ya podemos decir que la IA es más presente que futuro?
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La “estafa” de las dedicatorias
Nos gusta tanto que nuestros artistas preferidos nos dediquen sus obras que podemos estar horas haciendo cola para conseguirlo. Pero la tecnología permite autografiar de manera automática. ¿Es el fin del encanto de que nuestros ídolos nos personalicen un libro, un disco o cualquier otra obra? ¿Estamos delante de una nueva estafa?
El inefable Bob Dylan, una de las personalidades más influyentes de las últimas décadas, ha sido el responsable de destapar una presunta estafa relacionada con dedicatorias.
El cantautor, que también fue Premio Nobel de Literatura en 2016 con polémica por la designación de un cantante para ese premio, vuelve a estar en el ojo del huracán tras la publicación de su nueva obra literaria, The Philosophy of Modern Song.
El problema ha sido que, con el lanzamiento, se ha puesto a la venta una edición limitada de 900 unidades al precio de 599 dólares (unos 578 euros). El precio tan alto se justificaba por el hecho de ir firmados por el propio autor. Pero al compartir en redes sociales esas supuestas firmas únicas, se ha visto que todas eran iguales. Y es que los ejemplares no han sido firmados de puño y letra por el autor, sino por un bolígrafo automático llamado autopen. Probablemente no ha sido solo Bob Dylan el responsable final de esta acción, sino que su editorial, Simon & Schuster, también ha tenido mucho que ver. Sin embargo sí ha tenido que ser Dylan el que ha pedido disculpas y lamentar “profundamente” lo que ha sucedido, argumentando, además, que ha sido algo ocasional motivado por las complicaciones derivadas de la pandemia.
El lío ha sido considerable en Estados Unidos, ya que algunos compradores han hablado de estafa. Según la RAE, estafa es “Delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro”. Esta definición es compatible con lo ocurrido, por lo que ya se habla de la “estafa” de las dedicatorias.
La editorial ha tenido que reembolsar el dinero de su compra y ha anunciado que trabaja con el autor para que pueda firmar de su puño y letra los ejemplares.
¿Qué es el autopen?
Lo curioso del caso es que el autopen no es nada nuevo. No es la primera vez que se ha usado para hacer dedicatorias masivas. En Estados Unidos ya se había utilizado en firmas de Ronald Reagan o Barak Obama. Pero esta vez se ha usado para “solo” 900 libros de una edición especial y no tan masivamente como en el caso de los presidentes estadounidenses. De hecho, su uso está bastante extendido. Tanto es así que existen varias marcas que fabrican el autopen. Ya en enero de 2018, la European Agency of Digital Trust (EAD Trust) publicó un pequeño artículo sobre autopen que podéis leer AQUÍ. La EAD es un prestador de servicios de certificación, con sede en Madrid. Presta servicios a toda Europa de digitalización, de todo tipo de firmas digitalizadas, de certificados electrónicos, etc.
El bolígrafo automático utiliza una técnica relativamente sencilla. Primero se introduce el modelo de firma real. Para ello tienen unos brazos mecánicos que sostienen una pluma, lápiz o bolígrafo. Algunos poseen, además, unas ranuras que leen tarjetas SD, de modo que captan incluso la presión o velocidad del lápiz usado para escribir. Una vez captado todo esto, la máquina es capaz de reproducir lo que se ha escrito imitando perfectamente los movimientos de la mano de la persona que lo ha usado.
Pero lo que se está perdiendo en realidad es el encanto. ¿Vamos a tener dentro de poco una diada de Sant Jordi o un Día del Libro llena de máquinas firmando obras mientras los autores están en sus casas?
¿Conversaremos con una máquina?
No debe extrañarnos que la tecnología permita cada vez más excentricidades de este tipo. Con la Inteligencia Artificial (IA) estamos descubriendo unas opciones de interacción jamás pensadas anteriormente. Una de las que más suena en la actualidad es el ChatGPT. Se trata de un prototipo de chatbot de IA desarrollado este mismo año por OpenAI, una compañía de investigación de inteligencia artificial fundada por Elon Musk y otros emprendedores en 2015. Si hasta ahora nos conformábamos con dar órdenes a una máquina para que nos diera una serie de servicios relativamente sencillos, la IA del ChatGPT va mucho más allá y permite que mantengamos una conversación.
Se trata de un sistema que se basa en el modelo de lenguaje por IA GPT-3, lo que le posibilita realizar múltiples acciones relacionadas con el lenguaje, desde generar textos hasta traducirlos. Ya os hemos hablado aquí en alguna ocasión de estas opciones relacionadas con el lenguaje, como el proyecto MarIA.
Como buena “inteligencia”, va entrenándose con el tiempo, por lo que poco a poco es capaz de mantener conversaciones con personas, hablando de cualquier tipo de tema y respondiendo de forma coherente. Y por supuesto en muchos idiomas diferentes.
Si queréis saber más cosas sobre ChatGPT, como funciona o como utilizarlo, os recomendamos leer este artículo de Yúbal Fernández, un editor de contenidos publicado en Xataca Basics AQUÍ.
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¿Ya podemos decir que la IA es más presente que futuro?
Cada vez hablamos más de la Inteligancia Artificial (IA). Si ya la teníamos presente en nuestro día a día, ¿que pasará ahora, que se ha desarrollado la primera IA de la lengua española? Os presentamos a MarIA, un proyecto de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Solemos llamar a la gente que se pasa horas consultado libros y archivos “ratas de biblioteca”. Pero ahora quizá deberemos cambiar la popular expresión, porque es gracias a los archivos de la Biblioteca Nacional que se ha desarrollado el proyecto MarIA. Se trata del primer sistema de IA experto en comprender y escribir en lengua española. ¡Sí, habéis leído bien, en nuestra propia lengua! Ha sido desarrollado por el Centro Nacional de Supercomputación y forma parte del Plan de Impulso de las Tecnologías del Lenguaje que pretende fomentar el desarrollo del procesamiento del lenguaje natural y la traducción automática en lengua española y lenguas cooficiales.
Para que os hagáis una idea, MarIA es capaz de gestionar más de 135.000 millones de palabras, generar textos nuevos a partir de un ejemplo previo o incluso detectar los sentimientos que se expresan en textos.
Tenéis más información en la web del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

MarIA es el primer sistema en IA en lengua española.
MarIA, nos facilitará la vida en varios aspectos. Será capaz de proporcionarnos múltiples facilidades a la hora de desarrollar asistentes inteligentes, traductores simultáneos, búsquedas y clasificación de documentos…
Entonces, ¿estaríamos hablando de que la IA es un hecho que solo puede conllevar mejoras en la sociedad? La verdad es que todavía no lo sabemos a ciencia cierta. Seguramente nos ayudará tanto como necesitemos, pero a la vez, puede tener sus puntos negativos, como por ejemplo en el ámbito estudiantil.
Nos explicamos: un joven estudiante aseguró haber tenido sobresalientes en todo con ayuda de una inteligencia artificial llamada OpenAI. Lo publicó, para explicarlo a la comunidad, seguramente alardeando de ello y pensando que sería un nuevo referente. Pero hubo una interesante respuesta a su publicación. Aquí la tenéis:
“Existen algunos problemas morales y sociales potenciales con el uso de la IA para hacer los deberes. En primer lugar, si los estudiantes utilizan la IA para que les haga los deberes, puede que no estén aprendiendo el material tan bien como deberían. Esto podría acarrear problemas en el futuro cuando se espera que conozcan el material para los exámenes o las aplicaciones del mundo real. Además, utilizar la IA para hacer los deberes podría llevar a que hicieran trampas. Si los estudiantes son capaces de utilizar la IA para que haga los deberes por ellos, podría darles una ventaja injusta sobre otros estudiantes que hacen los deberes por sí mismos. Por último, el uso de la IA para hacer los deberes podría llevar a una dependencia de la tecnología que podría ser perjudicial si la tecnología fallara o dejara de estar disponible.”
¿Qué os parece? Seguro que algunos de vosotros ya lo habéis captado. La respuesta que acabáis de leer fue redactada con ayuda de la misma IA que utilizó el joven estudiante para obtener sus altas calificaciones. Quizá sea realmente el momento de preguntarse ¿ya podemos decir que la IA es más presente que futuro?
¿Puede tener copyrihgt la inteligencia artificial?

Pero estos no son todos los sucesos sobre IA de las últimas semanas. Hace poco se daba a conocer la historia de Kris Kashtanova, una artista a quien la Oficina de derechos de autor de Estados Unidos concedió el registro de la obra “Zarya of the Dawn” creada con el apoyo de la IA Midjourney.
Se trata de un hecho que puede ser histórico, ya que se reconoce los derechos de autor de una obra (en este caso una novela gráfica o cómic si lo preferís) creada con ayuda de inteligencia artificial. Midjourney genera imágenes a través de textos, lo que se podría percibir como una manera de atribuirse méritos que no fueron realmente para su autora, pero Kris Kashtanova aseguró que desde el primer momento fue clara sobre el uso de dichas herramientas y que incluso, lo terminó por añadir a la portada.
Posiblemente tuvo que ver en el reconocimimento del copyright de su obra el hecho de que la IA contribuyó de forma parcial y no total, dandole simplemente el toque final. Podéis leer el artículo que lo explica en Ars Technica, una publicación web especializada de noticias e información sobre tecnología del conocido grupo editorial Condé Nast.
La polémica está servida: ¿se merece la artista los derechos de autor? Algunos portales especializados en imágenes, como el famoso Getty Images prohíbe este tipo de obras, precisamente por los problemas de derechos de autor que generan. Sin lugar a duda el tema subirá de tono en los próximos años, ya que la problemática sobre los derechos de autor aumentará con otras tecnologías, como puede ser el caso de las imágenes o incluso personas generadas con metadatos.
Otro caso, que lleva ya un recorrido de muchos años pero que está lejos de haber dicho la última palabra, es el de los diferentes tipos de videoarte que han ido surgiendo desde la década de los 60.
¿Qué opináis vosotros? ¿Queréis dejarnos vuestros comentarios?
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