A menudo no conocemos los nombres de grandes personajes que con su trabajo ayudan a que la humanidad avance. Quizá su pecado sea el no ser populares o deportistas de élite. Tenemos muchos ejemplos de ello, como los innumerables premios Nobel que han sido y son conocidos solamente en su ámbito de investigación y trabajo. Uno de estos personajes es Sir Clive Sinclair, un ingeniero gracias al cual los ordenadores domésticos se popularizaron. Esta semana ha fallecido en Londres, a los 81 años. El mundo informático, donde sí era conocido y admirado, está de luto.

En TECNOideas nos gusta hablar de historia y de reconocer el trabajo de los pioneros. Este mismo año, por ejemplo, hemos hecho un artículo recordando a John McAfee. Os hemos explicado el origen de la palabra Hacker. Celebramos el aniversario de la primera puesta en marcha de un servidor web y os contamos quienes son los ganadores del Premio Turing 2020.

Hoy queremos reconocer muy especialmente a Clive Sinclair, por sus muchas aportaciones al mundo informático y su visión de futuro.
Nació el 30 de julio de 1940 en Richmond, una localidad cercana a Londres. En su caso podemos decir que “de casta le viene al galgo”, porque su padre y su abuelo fueron ingenieros. Sin embargo dejó la escuela a los 17 años para trabajar como periodista tecnológico. Eso le permitió ahorrar dinero y en 1961, cuatro años después, ya fundó su primera empresa, Sinclair Radionics Ltd., dedicada a lo que era su pasión: desarrollar productos de alta fidelidad, aparatos de radio, calculadoras e instrumentos científicos. Poco después ya fue capaz de crear lo que se llamó Microvision, que no era más que un televisor portátil, pero toda una novedad entonces.

Entre 1967 y 1970 creó una calculadora electrónica de bolsillo, con lo que revolucionó el mercado, ya que las que existían entonces eran muy grandes, incómodas y difíciles de trasladar. El éxito hizo que su empresa cambiara de nombre: primero fue Sinclair Instrument Ltd., después Science of Cambridge y finalmente Sinclair Research. Se dedicó a investigar para crear los primeros ordenadores de bajo precio, asequibles a todo el mundo. Así surgió el ZX80, cuyo precio era una quinta parte de lo que valían otras computadoras en aquel momento. Vendió más de 50.000 unidades y del modelo posterior, el ZX81 más de 250.000. Al mismo tiempo se crearon los primeros juegos para estos modelos. Se trataba de juegos muy populares, como el 3D Monster Maze y Mazogs, que tuvieron la virtud de introducir al mundo informático a una gran cantidad de jóvenes.

Llega el famoso Spectrum

En 1982 Sinclair sacó al mercado el ZX Spectrum 48K. Estamos convencidos que la mayoría de informáticos que ahora rondan los cincuenta años y que tienen sus propias empresas le deben al Spectrum su pasión por este sector. Este ordenador también fue fundamental para desarrollar la industria de los videojuegos. Si sois de los que rondan los cincuenta años, os ponemos a prueba, ¿recordáis Jet Set Willy, Horace Goes Skiing, Chuckie Egg, Saboteur, Knight Lore O Lords of Midnight? Y si tenéis la suerte de ser más jóvenes, aquí tenéis unos nombres interesantes de la historia de los juegos, así que investigad un poco y “licenciaros” en historia de la informática.

El Spectrum fue una revolución total: tenía más capacidad y velocidad que los ordenadores existentes, ofrecía una resolución gráfica mayor y su sistema BASIC era mucho más avanzado. ¡Además emitía sonidos! ya que incorporaba un pequeño altavoz. Y por supuesto cumplía con lo que Sinclair buscaba desde sus inicios: que fuera asequible a toda la población, con un precio razonablemente bajo en relación a los ordenadores existentes en aquellos años.

Muere Sir Clive Sinclair, inventor del ZX Spectrum.
La noticia de la muerte de Sinclair en The Guardian.
En la foto de PA Media escogida por el periódico británico
lo vemos en su famoso triciclo eléctrico C5.

Pero no acaba aquí la lucidez de Sinclair. Aunque no todo lo que tocó se convirtió en oro. Fue también un entusiasta de la movilidad. Suyo son los primeros intentos de automóviles eléctricos. En este campo diseñó un triciclo eléctrico, el Sinclair C5, que fue un fracaso al negársele el permiso de circulación por vías públicas por considerar que su baja altura ponía en peligro a sus conductores. Pero ahí queda su impronta, como un pionero de la movilidad eléctrica que tan de moda está ahora en todo el mundo.
La gran inversión que realizó para su creación, a través de la empresa Sinclair Vehicles, le llevó a la bancarrota.
Un año después el desastre económico le obligó a vender su empresa de ordenadores a Amstrad, que era su principal competidor.

En 1985 la Reina le nombró caballero, de ahí el título de Sir que ha ostentado hasta su muerte.
Como curiosidad, deciros que Sinclair nunca utilizó sus productos. Su hija explica en The Guardian que su padre nunca tuvo una calculadora de bolsillo, jamás usó ordenador y nunca envió un correo electrónico. Una bonita paradoja para un genio que supo llevar a los hogares una tecnología propia y asequible, que permitió el www de los ordenadores personales que ahora usamos todos.

Sinclair falleció en Londres el 17 de septiembre de 2021. Tenía 81 años.

Si queréis tener más información sobre Clive Sinclair podéis consultar la Wikipedia o los artículos publicados esta semana en The Guardian o a nivel nacional en El Mundo y en La Vanguardia. Más completo es el artículo de Vida Extra, una de las publicaciones especializadas del grupo Webedia, líder de entretenimiento digital en España.

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