En estos tiempos donde corre diez veces más los adelantos técnicos y su comercialización, que el afán de las empresas en estar a la última tecnologicamente hablando, se le puede dar un buen uso a esos equipos que creemos que no valen para mucho.
Un equipo con procesador antiguo, y poca memoria, como por ejemplo un Pentium III, Pentium IV, o equivalentes en AMD con 256 mb de ram, pueden ser un buen inicio de partida para no desembolsar un gran gasto en aparatos específicos.
Hoy veremos un caso concreto, como convertir un equipo de Torre, con un Pentium III y 256 mb ram, en un servidor de ficheros, serio, robusto y fiable (dentro de la fiabilidad que pueden dar unas piezas que tienen unos años a sus espaldas).
El escenario, el despacho de arquitectura e ingeniería ARC bau (www.arcbau.com), que tras comprar un equipo de trabajo nuevo, quisieron dar un nuevo uso a la maquina sustituida, y careciendo de servidor, se opto por la instalación de la distribución open source de Freebsd , Freenas, orientada única y exclusivamente a servidor de ficheros.
El primer paso es adecuar el equipo antiguo, abrirlo y limpiarlos (que malo es el polvo, y su alta conductividad eléctrica), y como no queremos correr ningún riesgo al hacer una partición nueva en el disco de datos a compartir, añadimos un antiguo disco duro de 10 gbs, para instalar el sistema, e iniciamos desde el Live Cd -modificando la bios si es necesario- que hemos descargado de la web (en este caso la última versión de la serie .7, ya que en el momento de realizar este trabajo, la versión .8 se encontraba en Release Candidate).
Una vez cargado (rápidamente) el sistema Freenas, encontramos un menú muy escueto, donde sólo tendremos que escoger la opción de instación y reiniciar la máquina tras ello, ya sin liveCd. En este primer inicio desde el disco duro, configuraremos las opciones de red (ip, dns y puerta de enlace), y ya tendremos a nuestro alcance todas las opciones de este gran sistema a través de un navegador (desde otra máquina) simplemente poniendo en él la dirección asignada al Freenas.
A partir de aquí, creamos los usuarios, en este caso locales, pero puede conectar con dominios ya creados para heredar los permisos y asignar permisos, añadimos el disco con los datos a compartir, creamos un punto de montaje, y activamos el servicio que vamos a usar, en este caso Samba, y compartimos las carpetas en cuestión.
Ya podemos acceder vía explorador de archivos de Windows, o simplemente con inicio / ejecutar / \ip del servidor.
Un equipo con procesador antiguo, y poca memoria, como por ejemplo un Pentium III, Pentium IV, o equivalentes en AMD con 256 mb de ram, pueden ser un buen inicio de partida para no desembolsar un gran gasto en aparatos específicos.
Hoy veremos un caso concreto, como convertir un equipo de Torre, con un Pentium III y 256 mb ram, en un servidor de ficheros, serio, robusto y fiable (dentro de la fiabilidad que pueden dar unas piezas que tienen unos años a sus espaldas).
El escenario, el despacho de arquitectura e ingeniería ARC bau (www.arcbau.com), que tras comprar un equipo de trabajo nuevo, quisieron dar un nuevo uso a la maquina sustituida, y careciendo de servidor, se opto por la instalación de la distribución open source de Freebsd , Freenas, orientada única y exclusivamente a servidor de ficheros.
El primer paso es adecuar el equipo antiguo, abrirlo y limpiarlos (que malo es el polvo, y su alta conductividad eléctrica), y como no queremos correr ningún riesgo al hacer una partición nueva en el disco de datos a compartir, añadimos un antiguo disco duro de 10 gbs, para instalar el sistema, e iniciamos desde el Live Cd -modificando la bios si es necesario- que hemos descargado de la web (en este caso la última versión de la serie .7, ya que en el momento de realizar este trabajo, la versión .8 se encontraba en Release Candidate).
Una vez cargado (rápidamente) el sistema Freenas, encontramos un menú muy escueto, donde sólo tendremos que escoger la opción de instación y reiniciar la máquina tras ello, ya sin liveCd. En este primer inicio desde el disco duro, configuraremos las opciones de red (ip, dns y puerta de enlace), y ya tendremos a nuestro alcance todas las opciones de este gran sistema a través de un navegador (desde otra máquina) simplemente poniendo en él la dirección asignada al Freenas.
A partir de aquí, creamos los usuarios, en este caso locales, pero puede conectar con dominios ya creados para heredar los permisos y asignar permisos, añadimos el disco con los datos a compartir, creamos un punto de montaje, y activamos el servicio que vamos a usar, en este caso Samba, y compartimos las carpetas en cuestión.
Ya podemos acceder vía explorador de archivos de Windows, o simplemente con inicio / ejecutar / \ip del servidor.