Si ya hace años que salieron unidades removibles pequeñas y fiables, en forma de tarjetas de memória y pendrives usb, y vemos como cada 18 meses se duplica su capacidad, es ahora cuando este salto se empieza a notar en el parque de los ordenadores personales (aunque también en servidores).
Hablamos de los discos SSD, "solid state drive" o unidad de de disco sólido, que según la firma de investigación de mercado IDC, han pasado de venderse 4 mil millones de unidades en el segundo trimestre de 2011 a 6600 millones, un 66% más.
Estos discos no tienen platos como los discos convencionales, y almacenan los datos en memória como la flashram o la sdram, por lo que son muy resistentes en entornos hostiles (por eso apostaron varios ejércitos por ellos desde su invención), y con un sinfín de ventajas como la velocidad de acceso, el borrado seguro, el poco peso, el rendimiento general, poco consumo, calor y ruido, etc..
Aunque también tiene sus inconvenientes, como todos los productos, de momento precio y capacidad son los más visibles, aunque su irrecuperación tras un fallo es otro importante, o la capacidad limitada de veces que se puede escribir en cada una de sus celdas.