El cantante Joan Manuel Serrat es autor de una conocida canción titulada «Esos locos bajitos». Explica lo que los padres esperan de sus hijos. La hemos parafraseado porque el comportamiento de los hijos e hijas ante los dispositivos móviles e Internet hace tiempo que se cuestiona por los efectos dañinos que les pueden ocasionar. Ahora dos estudios ponen de manifiesto algunos de ellos. Kaspersky demuestra que las normas que imponen los padres a los hijos no las cumplen ni los mismos progenitores. Y Unicef revela que uno de cada 10 adolescentes ha recibido por la Red proposiciones relacionadas con el sexo de un adulto.
Una vez más debemos hablar de un estudio de la empresa Kaspersky. En esta ocasión se trata de saber como los padres y sus hijos gestionan sus hábitos de consumo de redes. Según esta investigación, el 61% de padres y madres tienen dificultades para seguir un modelo de conducta para sus hijos e hijas.
Las estadísticas dicen que el 68% de los niños y niñas recibe un dispositivo antes de los nueve años. Y es evidente que los niños imitan a sus padres. Lo vemos, por ejemplo, en la conducción de un vehículo. Pero también ocurre eso en el comportamiento ante los dispositivos móviles. El estudio de Kaspersky viene a señalar que la conducta de los progenitores viene a ser como Dr. Jekyll y Mr. Hyde:
• El 54% de los progenitores intenta que toda la familia tenga hábitos digitales saludables… pero no lo consiguen, porque ellos son los primeros que lo incumplen.
• El 53% de los encuestados por Kaspersky quisieran que sus menores usaran menos de dos horas diarias sus dispositivos… pero el 82% reconoce que ellos mismos los utilizan durante más horas al día. Así, el 48% admite que pasa de 3 a 5 horas diarias conectados. Además un 62% cree que es «normal» pasar todo ese tiempo conectados.
• Solo un 11% de los padres y madres permiten que sus vástagos se conecten durante la comida… pero el 65% reconoce que ellos sí lo hacen. No es un dato cualquiera, porque los menores cuyos padres hacen eso pasan 39 minutos más al día conectados que los hijos de los padres que no lo hacen.
• Únicamente un 10% de padres acepta que sus hijos usen WhatsApp o Telegram mientras mantienen una conversación… pero hasta un 72% afirma que ellos lo hacen.
• Atención también a las redes sociales. El estudio indica que el 24% de progenitores acepta que sus hijos e hijas compartan fotos familiares en redes… pero hasta un 37% de adultos afirma que es normal hacerlo.
Podéis acceder al estudio de Kaspersky, que se titula Raising the smartphone generation AQUÍ.
Unicef radiografía el uso de la Red por parte del alumnado de ESO
El tema de las redes sociales y la adolescencia también ha sido objeto de varios estudios sociológicos y psicológicos. Pero seguramente uno de los más completos es el que ha realizado Unicef España consultando a más de 50.000 adolescentes estudiantes de ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria) de las 17 comunidades autónomas.
Algunos de los resultados ya eran más o menos conocidos pero el estudio reafirma datos como que 9 de cada 10 se conectan a diario o casi todos los días a Internet; que la edad media a la que se tiene un móvil es a los 11 años o que casi el 60% duerme con el móvil o la tableta en la habitación.
Se conectan para divertirse, hacer amigos o para no sentirse solos. Para la mayoría se trata de una fuente de experiencias insustituible y llena de emociones positivas. Sin embargo también hay casos que sufren exclusión social, ansiedad o acoso.
La falta de supervisión se traduce en peligros evidentes. El estudio señala que uno de cada diez adolescentes ha recibido al menos una proposición sexual de un adulto y un 11% ha sido presionado para que enviara fotos o vídeos suyos con contenido erótico o sexual.
Unicef ve especialmente preocupante los riesgos del grooming (un adulto se hace pasar por un menor para ganarse la confianza con fines sexuales) y los del acoso escolar, que según las respuestas obtenidas es sensiblemente más alto que los datos de las estadísticas oficiales. Unicef estima que se da en uno de cada tres encuestados.
Otro aspecto peligroso es el del juego: un 3,6% de los estudiantes ha reconocido que ha jugado o apostado dinero online alguna vez en su vida. Este porcentaje significa que más de 70.000 adolescentes lo han hecho en España.
El estudio es muy extenso e interesante, por lo que os invitamos a leerlo con detenimiento en la web de Unicef, donde además encontraréis muchos otros temas relacionados con la tecnología y los derechos de la infancia.
También encontraréis un buen resumen del estudio en este artículo del diario El País.
Imagen principal: Gerd Altmann en Pixabay
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