Si eres de los que nunca se acuerda de las contraseñas, estás de enhorabuena: ya tenemos una nueva tecnología basada en claves criptográficas y datos biométricos llamada «passkeys» que va a sustituir pronto a las viejas y desmemoriadas contraseñas.
A principios de este año 2022, las mayores empresas de tecnología, como Google, Apple y Microsoft, anunciaron que habían unido fuerzas para simplificar el acceso a aplicaciones, sitios web y dispositivos con una herramienta basada en datos biométricos. Esta propuesta de identificación nos hará olvidar por fin esas contraseñas complicadas que no queremos recordar y que son propensas a las filtraciones. Sin embargo esta propuesta, que recibe el nombre de passkeys, genera una duda: ¿cuán segura es?
Las passkeys solicitaran nuestro registro en una plataforma que almacenará nuestros datos en una nube. Para ello usaremos un PIN, huella dactilar, reconocimiento facial o iris. Dependiendo de la autentificación biométrica que soporte el sistema operativo del móvil, ya sea Android o iOS, en la nube se harán copias de seguridad y se sincronizarán para evitar bloqueos si se pierde el dispositivo en el que se generaron inicialmente.
La idea final es usar esta passkey para iniciar sesión en sitios web sin necesidad de poner los típicos credenciales de usuario y contraseña. Para acceder, se va a desbloquear desde el móvil, de forma segura, con los datos biométricos registrados. Cuanto tengamos que identificarnos en una web, nos ofrecerá un código QR, que leeremos con nuestro móvil, para pedirnos la passkey. Para ello usaremos la huella o rostro y nos identificaremos. En caso de robo del aparato la passkey no tendrá valor, porque es necesario activarla biométricamente cada vez que se use.
¿Qué ocurre con la seguridad?
Técnicamente el proyecto parece no tener ningún fallo, pero podemos aplicar aquello de «poner todos los huevos en la misma cesta» o lo que es lo mismo, tener todos nuestros credenciales en la nube. ¿Es eso suficientemente seguro? No hemos dejado de hablar de lo poco segura que es la nube en algunos de nuestros artículos, como ¿Archivos en la nube? Sí, pero de forma segura y cumpliendo la RPGD o este otro titulado ¿Quién tiene la responsabilidad de nuestros datos en la nube?
También podemos preguntarnos ¿qué ocurre si falla? Al ser una herramienta todavía en www podríamos encontrarnos con varios problemas técnicos en el camino.
Pero no adelantemos acontecimientos pesimistas. La idea es buena, los datos biométricos son únicos en cada persona y son, sin duda, el futuro de nuestra autenticación.
Para la empresa que está gestionando el tema, las passkeys «son un reemplazo significativamente más seguro para las contraseñas y otros factores de autenticación frente al phishing, ya que no se pueden reutilizar, no se filtran en las fugas de datos». Esto funciona en diferentes plataformas y navegadores, incluidos Windows, macOS, iOS y ChromeOS.
Como primeros pasos, antes de usar la passkey, se aconseja realizar una limpieza digital, para mejorar la privacidad y tener control sobre el acceso a la diferente información que guardemos, por lo que se sugiere realizar una verificación de seguridad rápida y proteger las cuentas, entre estas otras recomendaciones:
- Utilizar la verificación en dos pasos (2FP).
- Usar un administrador de contraseñas.
- Revisión de contraseñas periódicamente, al menos cada 3 meses.
- Realizar copia de seguridad cada mes.
- Agregar ordenadores, teléfonos o dispositivos de confianza.
También debemos recordar y reconocer aquí y ahora que hace años que la FIDO Alliance está intentado impulsar métodos de autenticación más seguros y cómodos para los usuarios. Por ello también ha tenido un importante papel en el desaroolo de esta técnica, como podeís ver AQUÍ. De hecho, esta asociación industrial abierta, creada en febrero de 2013, tiene como objetivo desarrollar y promover estándares de autenticación que ayuden a reducir la dependencia excesiva de las contraseñas en el mundo.
Se espera que todas estas funciones del passkeys estén disponibles para todo el mundo a finales de 2022.
Artículo redactado con la colaboración de: Astrid Carolina De Dios
Imagen principal: 200 Degrees en Pixabay
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