Hay conceptos y hábitos muy arraigados cuando usamos la tecnología. La mayoría se basan en habladurías, conformismo o no querer buscar una mejor opción. Así cuando preguntamos a los clientes las respuestas suelen ser parecidas a estas: “todo el mundo lo hace”, “no pasa nada”, “mis compañeros lo hacen igual” o “¿si no, cómo lo hago?”. Y así se cumple…