Ya estamos en plento verano, como siempre en España, altas temperaturas, y vamos oyendo ya como se disparan los ventiladores de nuestros ordenadores (tanto de sobremesa como portátiles).
Al llegar a estas fechas es bastante recomendable hacer un mantenimiento mínimo de limpieza interior de los ventiladores, y por ende, comprobar que estos funcionen bien, ya que una mala refrigeración del equipo puede dar lugar a un fallo grave. Hacer incapié en la fuente de alimentación, ya que es lo que más sufre, junto con el microprocesador si no está bien ventilado.
Buenas maneras de bajar grados a nuestro micro es cambiando la silicona térmica una vez al año, para que disipe mejor el calor, cambiando el ventilador del mismo si es que es el de origen por uno de los tantos especializados que encontramos en el mercado, procurar dejar todo el espacio libre posible dentro de la máquina agrupando cables por ejemplo, y que haya corriente, de abajo arriba (un ventilador de entrada de aire en la parte inferior del chasis y otro de salida en la superior).
Para nuestro portátil, una limpieza el ventilador si lo tuviera, o de la entrada/salida de aire del disipador, y una docking station con refrigeración incorporada (un buen material que disipe el calor junto con un par de ventiladores).
Por supuesto que hay más maneras de refrigerar maquinas, como evitar el overclocking, revisar las gráficas, con circuitos de líquido, etc… pero las anteriores son las más fáciles para un usuario bajo-medio. Si todo esto falla y la fuente de alimentación deja de funcionar, en un próximo artículo os enseñaremos que fácil es cambiarla.