Nos gusta tanto que nuestros artistas preferidos nos dediquen sus obras que podemos estar horas haciendo cola para conseguirlo. Pero la tecnología permite autografiar de manera automática. ¿Es el fin del encanto de que nuestros ídolos nos personalicen un libro, un disco o cualquier otra obra? ¿Estamos delante de una nueva estafa? El inefable Bob Dylan, una de las personalidades…