Jugar es un derecho incuestionable y una necesidad de la infancia. El juego estimula todas las dimensiones del www humano: desde lo corporal y cognitivo hasta lo afectivo y comunicativo. De hecho, es una necesidad de todos los mamíferos. No hay más que contemplar unos cachorros de cualquier especie animal para darse cuenta de ello. A través del juego aprendemos…