No dejamos de insistir en la conveniencia de trabajar con un gestor de contraseñas. Prácticamente son la única opción de tener el acceso a nuestras fuentes con seguridad. Y también son la única opción contra nuestra desmemoria y sencillez en el momento de escoger contraseñas. Todo lo que no sea trabajar con ellos es aumentar las posibilidades de que sean los ciberdelincuentes los que trabajen… ¡contra nosotros!
También decimos que la seguridad al 100% nunca existe. Por eso queremos hablaros hoy de LastPass, un buen gestor de contraseñas multilingüe que desarrolló la empresa Marvasol Inc. en 2008. Pero este gestor ha estado en boca de muchos en el último trimestre de 2022. Algunos de nuestros clientes nos han preguntado acerca de un incidente de seguridad que LastPass tuvo en agosto. La compañía lo anunció oportunamente, diciendo que «alguien» accedió a su entorno protegido de www, pero no afectaba a los datos y credenciales guardados por los usuarios de la plataforma.
Contraseñas bien protegidas
LastPass funciona a través de una contraseña maestra, se encripta a nivel local y se sincronizan con los navegadores que lo aceptan, que son prácticamente todos. Además posee un complementador automático de formularios web, que utiliza para la autenticación, generar nuevas altas en sitios web y la contraseña automática.
A todo ello añade una política de empresa de total transparencia. Esa transparencia es lo que motivó que el pasado 22 de diciembre, el CEO de la empresa, Karim Toubba, firmara un comunicado explicando con detalle el resultado de la investigación que abrieron sobre el suceso.
En él reconocen que se robaron códigos fuente e información técnica y que copiaron información de la copia de seguridad. Esta copia tenía datos básicos de las cuentas de los clientes, nombres de empresas y de usuarios finales, direcciones de facturación y de correo electrónico, números de teléfono y las direcciones IP con las que los clientes accedían al servicio de LastPass.
El comunicado explica que no existen evidencias de acceso a datos de ninguna tarjeta de crédito sin cifrar. Eso se debe a que LastPass no almacena números completos de las tarjetas de crédito y no se almacenan en la nube.
En un nuevo apartado titulado ¿Qué deben hacer los clientes de LastPass? Karim Toubba explica algunas ventajas de LastPass. Se exige un mínimo de 12 caracteres para las contraseñas maestras, que usan una implementación más segura de lo normal y otras recomendaciones generales. Todo ello lo podéis leer en ESTE COMUNICADO que se encuentra en la web de la empresa.
¿Qué enseñanza podemos sacar de todo ello?
Lo primero es lo ya sabido: no existe la seguridad al 100%. Pero sí buenas barreras, alternativas y soluciones. Además una empresa seria, como es el caso, ha explicado detenidamente el resultado de su investigación, lo que da credibilidad y seriedad a la empresa. Creemos que la brecha en el gestor de contraseñas LastPass y todo lo que explica su CEO deja bien a las claras que sus barreras han funcionado y difícilmente los delincuentes han podido acceder a los datos finales de sus clientes.
Lo segundo es insistir en que los gestores de contraseñas son seguros y fáciles de usar. O por lo menos son lo más seguro que existe para gestionar al acceso a nuestras fuentes habituales.
Y lo tercero es que nos hagáis un poco más de caso. Nosotros hemos escrito algunos artículos relacionados con las contraseñas. Por ejemplo, con ocasión del Día Mundial de la Contraseña (5 de mayo) publicamos ESTE POST en el que, además, sugeríamos algunos gestores de contraseñas que hemos probado en TECNOideas. Entre ellos estaba LastPass, que seguimos recomendando.
En octubre también os hablamos del futuro de las contraseñas, que, sin duda serán los datos biométricos y las claves criptográficas, lo que se llama genéricamente passkeys. Lo podéis leer AQUÍ.
Todo el mundo puede tener un problema de seguridad. Lo que diferencia a unos de otros es la forma de tratar el problema, la rapidez en la respuesta y las garantías que se ofrecen a los usuarios, proveedores, clientes, etc.
Una buena forma de demostrar esta eficiencia es tener las certificaciones de la seguridad de la información, como la ISO 27001 o el Esquema Nacional de Seguridad (ENS).
Imagen principal: Mohamed Hassan en Pixabay