Desde el último consejo de ministros del año, llegó la sorpresa, y pese a que el ahora presidente del Gobierno había dicho en campaña que hablarían con todas las partes implicadas antes de tomar una decisión, cubazo de agua fría.

Poco más de esta ahora Ley se puede decir, a parte de que el tiempo demostrará que es inútil, como se ha demostrado en más paises, que la cultura debe ser libre, y que es la industria la que se debe adaptar a esto "de Internet".

Podéis leer más en las anotaciones de Microsiervos, y echar un vistazo, a quién pueda interesar, al manual de desobediencia de la susodicha ley, AQUÍ.